
Cuando se acerca el verano y comienzan a elevarse las temperaturas, suele haber una mayor preocupación del peso corporal y de lo que estamos consumiendo, pero lamentablemente esta preocupación está enfocada en la energía del producto, cantidad de grasa y azúcar, y pocas veces ponemos atención en la palabra “probióticos”, ya sea por desconocimiento o porque nos enfocamos sólo en la pérdida de peso como indicador de salud corporal.
Nutricionista Dámaris Delgado
Hospital Dr. Mario Sánchez Vergara, La Calera
Probiótico es una palabra relativamente nueva que significa “en favor de la vida” y en la actualidad se le está dando mayor énfasis a los alimentos que contienen microorganismos vivos (probióticos) que proporcionan beneficios a nuestro sistema gastrointestinal, más que el aporte de energía, ya que el alimento es más que esto. Pero , ¿Por qué es importante incluirlos en nuestra alimentación?, diversos estudios han demostrado que estos microorganismos se incorporan a nuestra microbiota intestinal; es decir a los microorganismos residentes en nuestro intestino para aumentar la protección frente a patógenos, mejorar la digestión y función intestinal, y esto sería muy beneficioso en aquellas personas que están con terapias tales como uso de antibióticos, inmunodepresores, quimioterapias, radioterapias o simplemente para cuidar nuestra salud intestinal.
Vale la pena entonces averiguar más de ellos e incluirlos en nuestra alimentación diaria, pero ¿Dónde puedo encontrarlos?. El yogur es la fuente de probióticos natural por excelencia, para la obtención de este alimento se requieren de base bacterias como Streptococcus thermophilus y Lactobacillus bulgaricus, encargadas de fermentar la lactosa en ácido láctico, entre otros alimentos también encontramos el famoso chucrut que no es más que repollo fermentado con agua y sal, Kéfir de agua o leche (microorganismo que se utiliza para fermentar el medio acuoso o la lactosa) este alimentos es más conocido como yogurt de pajarito, la kombucha que es una bebida fermentada en té, bebida láctea diaria (chamito o uno al día), la cerveza que también es una bebida fermentada pero que por el grado alcohólico tiene un uso restringido.
Ahora que ya posees esta información, ¿qué harás al respecto?, ¿mejorarás la selección de alimentos que compras en el supermercado?, ¿Te enfocarás en otros atributos de los alimentos aparte del aporte energético, de grasa y azúcar?
Te invito a probarlos, incluirlos como parte de tu dieta alimentaria, para mejorar tu inmunidad y aprovechar los múltiples beneficios que tienen para tu cuerpo.